Básicamente lo que me llamó la atención, y por eso quise probarla inmediatamente,es que me pareció que la unión entre unos higos horneados, rezumando miel y un queso tipo azul tenía que ser absolutamente deliciosa. Además me fascinó la paleta de colores que se crea con esta sencillísima preparación.
Photo by: Nathalie Beauvois |
Las tartas
Colocar tapas de empanada (no hojaldradas) en una fuente previamente aceitada (apenas) y sobre las mismas colocar una mezcla de queso azul y ricotta.
Es importante la mezcla de los quesos porque el queso azul por si solo resulta demasiado fuerte y mata el resto de los sabores.
Encima del queso disponer:
1 higo cortado en cuartos (uno por tarta).
Rociar con un dressing hecho a base de:
1 Cda. de miel
Aceite de oliva (cantidad necesaria para que se diluya bien la miel)
jugo de medio limón
pimienta negra recién molida
Llevar a horno bien caliente por unos 15 minutos, apenas se ve que la masa luce tostada y crocantes y que los higos se empiezan a ablandar, se retira del horno.
Servir con hojas verdes (yo usé rúcula y lechuga roble, el berro también es una buena opción) y tiritas de algún fiambre que sea bueno y gustoso (yo usé una bondiola que estaba espectacular, pero se puede usar capocuelo o en el mejor de los casos jamón crudo).
Terminar de aderezar con el dressing anterior.
La verdad me gusto mucho la combinación de sabores, algunas observaciones es que puede resultar incomoda de comer, porque se parte la masa al morder y se desarma un poco. Así que se me ocurre que otras opciones son usar masa de pizza finita (tipo focaccia); o hacer porciones más pequeñas, usando masa de empanada de copetín y un cuarto de higo por porción. Es una excelente opción para hacer bocaditos para una reunión.
Se puede adornar con una deliciosa salsa de cerezas. Comprar cerezas de temporada de la mayor calidad para un gran sabor
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